Buenos Aires Restaura

Revista habitat - Restauración de la Catedral de Mar del Plata

21 de septiembre de 2010

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La Catedral de Mar del Plata, uno de los grandes íconos arquitectónicos de esta ciudad, se está restaurando con el objetivo de recuperar sus cuatro fachadas originales ubicadas sobre las calles Gral. San Martín, Rivadavia, Bartolomé Mitre y el Pasaje Catedral. El emblemático templo, cuya construcción original se realizó a partir de 1893, tuvo al menos cuatro restauraciones de sus frentes cada 20 años aproximadamente, en las décadas del veinte, del cuarenta, de los sesenta y de los ochenta, hasta llegar a las obras actuales que son financiadas por el Gobierno de la Nación y comenzaron en el mes de octubre de 2009. Si bien la finalización está prevista para septiembre de este año, ya se descubrió la fachada orientada hacia el frente sobre la calle Gral. San Martín.

Las tareas de restauración son coordinadas por la Dirección Nacional de Arquitectura (DNA), dependiente de Presidencia de la Nación, con la Inspección de obra del Arq. Marcelo Marcev, y el director de Obra es el Arq. Daniel Cutrera. Los trabajos son ejecutados por la empresa constructora COARCO que contrató al Arq. Máximo Bonetti como asesor en Patrimonio e Informe Técnico. Esta firma restauró los vitrales y reparó la carpintería metálica e hizo los refuerzos estructurales en los pináculos de la fachada sobre la peatonal San Martín. Finalmente, los trabajos de restauración integrales fueron subcontratados a la firma Buenos Aires Restaura, cuyos directores son Diego Perales y la Arq. Analía Ferreyra.

Como primera medida, se decidió realizar una prueba piloto que permitió determinar los parámetros necesarios para frenar el deterioro del edificio. A partir de ello, se hicieron cateos para establecer cuál el era el color original del edificio y se desarrollaron productos de gran durabilidad, elaborados especialmente para resistir las condiciones climáticas adversas típicas frente a costas marítimas. Para afrontar responsablemente el desafío de restaurar los frentes de Símil Piedra París, Molinos Tarquini -firma de revestimientos cementicios- participó desde el comienzo de las tareas. Guillermo Tarquini -gerente comercial de Molinos Tarquini- explica: "Una de nuestras principales visiones como empresa es priorizar la preservación del patrimonio arquitectónico. Es por ello que, a partir de la prueba piloto realizada sobre un sector de la fachada lateral orientada al Pasaje Catedral -que constituía una de las áreas más deterioradas del edificio -se decidió comenzar la restauración realizando una limpieza con hidrolavado al vapor. Luego se llevó a cabo el sellado de las microfisuras y de las grietas pasivas, la reparación de las grietas activas, la recuperación del revestimiento original en las zonas en las que eso era posible y la reposición de faltantes en las que no se podía conservar. Descubrimos que el color original era el ocre rojizo y no el gris que se ve en la actualidad, que es producto de las sucesivas intervenciones realizadas desde 1920 según criterios muy dispares. Desde la dirección técnica de obra, a cargo del Arq. Daniel Cutrera, se decidió mantener el color gris por su memoria colectiva para los marplatenses, como el representativo de la Catedral. Por ello, se analizaron diferentes muestras originales en nuestro laboratorio para obtener el color grisáceo indicado. Esto nos permitió elaborar una base compuesta con los mismos minerales que integraban el histórico".

"Además -continua Tarquini-, un colorista de nuestra firma trabajó en la obra y brindó la capacitación necesaria a la empresa subcontratista, para lograr, a partir del color base, más de veinte matices. Por otro lado, para dar firmeza y solidez a las paredes que presentaban problemas de desplazamientos diseñamos especialmente un consolidante fluido a base de cal. Empleamos como puente de adherencia entre materiales nuevos y antiguos, Emulsión 86 y el mortero multipropósito Flex Base que refuerza y nivela a la vez para reparar grietas pasivas. Para las reposiciones se utilizo Símil Piedra Restauro, elaborado con los mismos minerales que el material original, mientras que en los pináculos se aplicó por proyección Neo París Restauro ya que es el revestimiento que mejor cubre superficies curvas y ricas en ornamentación. Finalmente, se aplicó hidrorrepelente Targosil S, para proteger la superficie restaurada del agua de lluvia y de los agentes contaminantes", concluye Tarquini.

Historia de una iglesia que nunca debía quedar chica para Mar del Plata

Según detalla el Arq. Máximo Bonetti -quien además de asesor en Patrimonio es investigador y especialmente ha estudiado este ícono arquitectónico de la ciudad de Mar del Plata-: "Si bien en 1893 se colocó la piedra fundamental de la entonces llamada Parroquia de San Pedro y Santa Cecilia, la construcción se extendió durante 20 años. El terreno en donde se ubicó -frente a la plaza San Martín- fue cedido en forma conjunta por el empresario Pedro Luro y por el fundador de Mar del Plata, Patricio Peralta Ramos, ya que los terrenos de la ciudad pertenecían a ambos de manera indivisa. De allí es que surge su nombre, San Pedro, por Luro, y Santa Cecilia, por Cecilia Robles, esposa de Patricio Peralta Ramos. Una particularidad de este edificio es que fue financiado con donaciones de marplatenses y familias porteñas que veraneaban allí, con el objetivo de construir una iglesia que nunca quedara chica aunque, por aquellos años, la población marplatense no llegaba a los seis mil habitantes durante la temporada estival. El arquitecto Pedro Benoit -que, entre otras obras, había intervenido en la Catedral de Buenos Aires y dirigido la de La Plata- fue convocado por su amistad con Santiago Luro, uno de los hijos del matrimonio fundador, para dirigir la obra asociado al arquitecto Emilio Coutaret. El domingo 28 de febrero de 1897, habiendo concluido la construcción del techo del templo, se oficia por primera vez una misa. Años más tarde, el 2 de enero de 1924, la parroquia fue elevada a la categoría de Basílica menor mientras que en 1957 el sumo Pontífice Pío XII la elevó al honor de Iglesia Catedral", concluye.

Este edificio de estilo neogótico y compuesto por tres naves, abarca una superficie de 1.360 m2, de los que -descontando los espacios ocupados por las columnas, altares, confesionarios y pórticos- queda una superficie libre de unos 850 m2 aptos para una capacidad de 800 personas aproximadamente. Es por esto que resulta el templo más grande de la provincia, exceptuando la Catedral de La Plata y la Basílica de Luján. En lo que respecta a las características de la obra, está estructurada por columnas doble T de hierro que sostienen arcos y bóvedas muy livianas que alcanzan en el crucero, la zona central frente al altar, una luz de 100 metros cuadrados. Las paredes admiten calados para los vitrales en un porcentaje mucho mayor que el resto de las construcciones del estilo existentes en el país, lo que permite que el interior se inunde de la luz coloreada a través de sus treinta y seis ventanales. El presupuesto inicial del que se partió para su construcción pronto resultó escaso para un proyecto de semejante envergadura. Fue por ello que se resignó la calidad de las terminaciones con el objetivo de que la obra se finalizara. Este es el motivo por el que la obra fue restaurada en sucesivas ocasiones, con una frecuencia aproximada de veinte años. En 1965 únicamente se arregló la fachada hacia San Martín y en 1980 se restauraron dos de las agujas que estaban por caer. Para más información: www.molinostarquini.com.ar

Ficha técnica
- La obra se lleva a cabo con financiamiento del Gobierno de la Nación, con fondos de la Dirección Nacional de Arquitectura (DNA) que depende de la Presidencia de la Nación.
- Inspección de obra por DNA: Marcelo Marcel.
- Dirección técnica: Arq. Daniel Cutrera.
- Empresa Constructora: COARCO S.A.
- Representante Técnico: Arq. Miguel de Micco.
- Responsable de Seguridad e Higiene en el trabajo: Ing. Daniel A. Salvatore.
- Asesor en Patrimonio e Informe Técnico: Arq. Máximo Bonetti.
- Los trabajos de restauración integrales fueron subcontratados por COARCO a la firma Buenos Aires Restaura, cuyos directores son Diego Perales y la Arq. Analía Ferreyra.